Series refugio e instrucciones para identificarlas.
Aprende a aplicar el test de requisitos básicos y a aceptar que jamás serás Lorelai Gilmore.
En estos mesecitos de blog y Substack que llevamos, os he dado bastante información sobre mi persona. Que soy Diosa Vikinga en construcción, que tengo cuatro Vikinguillos y un Vikingazo en casa. Que odio la goma eva, que me llamo ANABEL y no Maribel, ni Ana ni Ana Belén. Que soy una lectora voraz, que me gustan las librerías refugio y que trato de sobrevivir como puedo a este ritmo frenético que, pánfilas de nosotras, nos hemos autoimpuesto.
También te he hablado de alguna de mis series “refugio”: esas que veo en bucle cuando estoy triste/estresada/quiero estar en otro planeta durante al menos media hora. Cuando ni siquiera un libro logra que me evada de la realidad (o cuando tengo fiebre, que últimamente es más a menudo de lo razonable y NO PUEDO LEER).
Ahora bien, para ese cometido no vale cualquier serie. Las series refugio no tienen por qué ser necesariamente las mejores (perdón, Sra. Fletcher), ni siquiera las que más me han gustado (perdón otra vez, Sra. Fletcher). Sí que hay unos requisitos mínimos que comparto contigo por si en algún momento te sientes triste/estresada/quieres estar en otro planeta durante al menos media hora, has probado de todo y no funciona y no te convencen las valiosísimas propuestas que encuentras en este espacio vikingo (pocas veces pasará, pero hay que tener plan B SIEMPRE). Mi prototipo de serie refugio tiene los siguientes ingredientes:
1.- Fácil de seguir incluso si te duermes durante medio capítulo (esto es deseable pero no imprescindible, tengo un super poder que consiste en ver los cinco primeros minutos de un capítulo y despertar en los cinco últimos y aún así enterarme de algo, sin tocar los cojones al que lo está viendo conmigo pidiéndole que vuelva hacia atrás). Sí, querido Vikingo, es una indirecta.
2.- Argumento amable. Cero dramas, que tengo fiebre/estoy triste/estoy estresada/quiero estar en otro planeta. Puede haber algún pequeño dramita, pero no auténtica congoja.
3.- Que no sea un pastelazo insufrible. Soporto la “intriga romance” (pareja que marea la perdiz hasta la saciedad), pero el pasteleo NO. Magnolias mal, Lorelai bien.
4.- Identificarme aunque sea remotamente con alguno de los personajes.
Y como todo se entiende mejor con un ejemplo, vamos a ello:
SE HA ESCRITO UN CRIMEN.
1.- Fácil de seguir con la regla de los cinco minutos iniciales y finales: YES (porque los he visto mil veces y me los sé).
2.- Argumento amable: YES. Aunque alguien casca SIEMPRE, no hay dramas. Me explico. Jessica sigue siendo feliz como una perdiz (en realidad con cada episodio es más feliz, por la satisfacción del trabajo bien hecho -asesino encarcelado-, y venta del libro correspondiente asegurada), Cabot Cove sigue siendo un lugar idílico a pesar de que el índice de asesinatos debe ser superior al de una guerra y todo queda perfectamente resuelto (me joden los cabos sueltos).
3.- No hay pasteleo. YES. Creo recordar que hay un pequeño escarceo entre la Sra. Fletcher y Seth, el médico, pero no sé si es algo real o algo que me he inventado en esas pequeñas siestecillas entre episodios.
4.- Me identifico TOTALMENTE con la Sra. Fletcher . ¡YES! Quiero resolver crímenes (sin que a mi me pasa nada, claro, como mucho algún sustillo pero con la policía escondida detrás del sofá), quiero escribir y quiero vivir en Cabot Cove y cuando me harte de pesca y vecinos ir a Nueva York a airearme.
Las series refugio suelen ser series que ya he visto y por tanto he comprobado que reúnen LOS REQUISITOS. Territorio conocido, no hay sorpresas, me duermo y me despierto y ahí siguen y yo tan feliz.
En esas estábamos cuando esta última semana, que no ha sido mi mejor semana (eufemismo para decir que ha sido una auténtica mierda), eché mano de otra de mis series refugio. Estaba triste, estresada y quería estar en otro planeta durante al menos media hora, así que me puse cómoda y elegí una serie que sólo he visto una vez: las Chicas Gilmore. En situaciones de crisis es raro que no me vaya a Cabot Cove, pero resulta que acaban de estrenar nuevos episodios de esta serie así que pensé, ¿por qué no?
Así que me senté en el sofá y en la pantalla Las Chicas Gilmore empezaron a hacer su magia como serie refugio. Pero tras media hora de pura evasión, ALGO FALLA. Seguramente estás DESEANDO saber qué (percibo tu fascinación desde aquí), así que tranquila que voy a resolver tu inquietud mediante el TEST DE SERIES REFUGIO:
1.- Fácil de seguir: sí, está claro. Puedo dormirme incluso varios episodios, si quiero. PERO algo con lo que no contaba: me estoy picando; llevo ya tres capítulos seguidos y quiero más (debe ser que la primera vez que la vi me dormí más de la cuenta y la mayoría de los capítulos me resultan totalmente nuevos). Esto no puede ser porque os recuerdo que TRATO DE SOBREVIVIR A UN RITMO FRENÉTICO DE VIDA, lo que significa que no puedo picarme en una serie, tengo mil cosas que hacer que por supuesto no puede hacer nadie más que yo, porque soy única e imprescindible y ninguno de los que me rodean podría sobrevivir sin mi.
2.- Argumento amable. Dramitas sí, congoja no. Podemos poner un YES.
3.- Pastelazo. Hay intriga romance, pero no pasteleo. Quizás un poco en los adolescentes, pero es soportable.
4.- Aquí viene el melón: no sé cómo en algún momento de mi vida he podido identificarme con Lorelai (madre). Bueno, sí que lo sé: no tenía ni puñetera idea de lo que era vivir con prole adolescente. Y aquí tengo un rotundo NO. Mis vikingos adolescentes son maravillosos y los quiero con toda mi alma, y aún así me paso gran parte de mi tiempo entre los siguientes estados: preocupación, enfado, preocupación, lavadoras, preocupación, compra, enfado, enfado, enfado.
Como en realidad quisiera ser ese ser despreocupado, naif y divertido que es Lorelai, y que mis hijos me recuerden así y nuestra comunicación deje de consistir en “bien”, “pse” o “pesada” a cualquier pregunta u observación que yo hago, me dediqué a observar qué es lo que hace Lorelai que la convierte en un ser despreocupado, naif y divertido.
REGLAS DE LORELAI PARA SER UNA MADRE DE ADOLESCENTES DESPREOCUPADA, NAIF Y DIVERTIDA.
Regla número 1: Lorelai NO PONE lavadoras. Según avanzan los capítulos se ve que su sistema es establecer turnos y cuando le toca a ella dejar que crezca el montón de ropa sucia hasta que su hija termina por claudicar y hacer la colada. Aunque ya he visto algún capítulo en el que la hija lava su ropa y pasa de la de su madre. Que debe tener otra casa anexa en la que guarda más ropa, porque en ese armario ridículo de su habitación NO CABE TODA LA ROPA QUE SE PONE EN CADA EPISODIO.
En cualquier caso vamos mal, porque en mi casa solo hay vikinguillos que preferirían ir en pelotas antes que acercarse al montón de la ropa sucia.
Regla número 2: las habitaciones no se limpian. En el caso improbable de que la abuela materna visite la casa, se mete todo lo que molesta a la vista DEBAJO DE LA CAMA.
Seguimos mal; en mi casa hay canapés en todas las camas.
Regla número 3: Lorelai no cocina. Jamás. Desayunan, comen y cenan en el café de Luke (sabemos que tu gorra esconde tu incipiente calvicie, amigo. No te empeñes en esconderla; es peor llevar gorra DE FORMA PERMANENTE con 40 años). Y dirás: son ricas. Pues no, el café de Luke debe ser extremadamente barato. Y dirás: Maribel, eres una exagerada. Qué problema hay en no cocinar si comen un menú saludable cada día y se lo pueden permitir.
El problema, querida Vikinga, es que el café de Luke es básicamente un restaurante de comida rápida: tortitas y donut para el desayuno y hamburguesas para comida y merienda. Es IMPOSIBLE que estén sanas, lozanas y delgadísimas desayunando tortitas y donut y comiendo y cenando hamburguesas (salvo cuando piden cena en casa: pizza y en algún episodio esporádico comida china).
Aquí sí que vamos mal: aunque las hamburguesas de Luke sean caseras y buenísimas, no hace falta ser nutricionista para saber que no puede ser muy recomendable comer exclusivamente hamburguesas, donut y tortitas.
Conocidas las REGLAS DE LORELAI, a mi tristeza, estrés y deseo de estar en otro planeta se suma la decepción más absoluta: JAMÁS seré una madre de adolescentes despreocupada, naif y divertida. No puedo ser Lorelai (madre); me parezco más a Emily (la abuela borde). Mis hijos nunca confiarán en mi de ese modo, porque les persigo con verdura, obligaciones de limpieza y tareas que sistemáticamente no cumplen, lo que supone enfrentamientos verbales continuos. No nos sentaremos en el porche a beber ponche sin alcohol ni comeremos helado en una tarrina gigante porque acaban de pelearse con el novio/a/e de turno. Nuestras conversaciones siempre tendrán más pinta de interrogatorios y sus respuestas seguirán siendo “psé” y ¨pesada” POR SIEMPRE JAMÁS.
Pero eso sí: llegarán a la vida adulta con unos niveles de colesterol razonables y unos hábitos de higiene en el hogar que les permitirán la convivencia con otras personas. CHÚPATE ESA LORELAI.
Quizás no cumpla todos los requisitos, pero sin duda es una serie que recomendaría a cualquiera. La vida en Stars Hollow tiene algo de magia; es una de esas series que no quieres terminar porque sabes que vas a echar de menos el tiempo que pasas allí. Además es divertida; diálogos rápidos, respuestas ingeniosas, personajes y situaciones peculiares que hacen que no te aburras ni un segundo.
Y para terminar, vamos con las recomendaciones de la semana:
Un podcast: ¿estás harta de las llamadas de empresas que quieren ofrecerte inmensos descuentos de tu factura de gas/luz/energías varias? Escucha este episodio, nominado a los Premios Ondas. Descubrirás qué hay detrás de estas llamadas y qué hacer para evitarlas (si es que se puede).
Un libro: La mala costumbre. Ya sabéis, enlace de Amazon pero preferiblemente ve a tu librería (esto ya es de primero de Vikinga). Por favor, leedlo. No quiero contar mucho del argumento (de hecho, no quiero contar nada) y os recomiendo leerlo así, a las bravas, sin saber de qué va. Qué bien escrito, qué sensibilidad y a la vez qué crudeza. Necesito comentarlo así que ¡por favor!
Una newsletter (gratuita): sé que estamos suscritos a mil cosas, pero esto de Carmen Pacheco es de otro planeta. Podría hacer un post sobre las múltiples cosas a las que estoy suscrita (y de hecho lo voy a hacer); os aseguro que una de las que más ilusión me hace ver en la bandeja de entrada es esta. Os dejo el enlace a su última carta, recibida hoy. También tiene un grupo de telegram y club de lectura y estoy enganchada a todo.
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Mi serie refugio es Friends (demasiado tópico? 🤷♀️) Me la sé de memoria y cumple varios de tus requisitos.
Jajaja en un tiempo mi serie refugio también fue Gilmore girls, ahora es una novela mexicana 🙈 La hija del mariachi xD